El fricasé de gallina criolla, oda pollo, a la cubana
- 1 pollo o 1 gallina criolla mediana
2 cebollas
1 ramita de perejil
1 ramita de albahaca
1 raíz de jengibre
1/4 cucharadita de pimienta molida
5 a 10 dientes de ajo
1/4 taza de vinagre
1/2 cucharada de azafrán (u otros pigmentos alimentarios típicamente cubanos como bijol o cúrcuma) para el pollo, o 2 cucharadas de salsa de tomate y un chorrito de salsa de soja para el pollo.
1 cerveza y/o vino hirviendo
1/4 kg de patatas (si están disponibles)
3 cucharadas de manteca
1 cucharada de harina de trigo o maicena (opcional)
Unas aceitunas (opcional)
Maíz dulce (opcional)
Fricasé de gallina criolla, o pollo, a la cubana.
La emigración francesa y europea había extendido el plato y el término por toda América, y en ocasiones el término fricasé se utilizaba entonces para designar platos extranjeros, sin origen ni conexión aparente, con la preparación francesa. Así como sangre y pieles se mezclaron, condimentos integrados en Cuba, donde todo se fusionó en un matrimonio inevitable de viejas culturas para la gestación de una nueva. La cocina cubana recurrió necesariamente a elementos foráneos, pero el resultado fue reconocido como autóctono.
Aquí te presentamos la forma cubana de preparar el fricasé de pollo o gallina.
Cuando en Cuba se quiere hacer un buen fricasé, se elabora a base de pollo criollo por su consistencia y sabor más definido que el de su hermano pequeño, el pollo.
El plato es más común en las mesas de los agricultores, quienes en muchos casos tienen gallinas criadas en sus propios patios. El fricasé suele motivar alegría, especialmente el domingo, día en el que suelen reunirse las familias en Cuba.
Elaboración:
Después de lavar y escurrir la gallina, se debe cortar en trozos pequeños y poner al fuego en una cacerola con la grasa, las cebollas cortadas, la albahaca y el perejil finamente picados, así como el ajo machacado y el jengibre, para que se dore.
Luego añade el azafrán (o equivalentes cubanos) si es pollo, pimienta, sal y un poco de vinagre, tapa y cocina a fuego lento, removiendo de vez en cuando.
Si fuera pollo, no olvides sustituir los pigmentos alimentarios por las salsas de tomate y soja.
Lo ideal es añadir media cerveza, media taza de agua y el resto del vinagre para seguir cocinando.
Una vez avanzada la cocción, añadir las patatas peladas y troceadas, y las aceitunas si te gustan, con media taza de vino de cocción.
Cuando las patatas empiecen a ablandarse, añade la harina disuelta en el caldo para espesar la salsa, sólo si es necesario mantenla al fuego hasta que las patatas estén listas.
Naturalmente, puedes sustituir las patatas por malanga o plátanos verdes.
Los aderezos más populares para acompañar el plato son arroz blanco, frijoles negros y buñuelos de malanga. Esta raíz hay que rallarla hasta obtener una pulpa que se debe mezclar con dos dientes de ajo machacados, un huevo batido, sal y perejil picado. Ver receta de frituras de malanga.
Luego sofreír esta masa a cucharadas, en aceite caliente, dejar que se doren bien y retirarlas sobre papel absorbente, de donde podrán pasar directamente a la mesa para acompañar nuestro fricasé, y desaparecer inmediatamente después como por arte de magia.
